PREGUNTAS FRECUENTES
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Cuidado de la piel
- Para elegir la rutina adecuada del cuidado de la piel, es esencial que conozcas tu tipo de piel.
- Si tu piel a veces está tirante, tiene líneas de expresión deshidratadas o escamas en algunas zonas: tienes piel seca.
- Si tienes el rostro brillante durante todo el día, imperfecciones recurrentes y poros dilatados: tienes piel grasa.
- Si tienes tirantez o líneas de expresión deshidratadas en las mejillas, así como brillos e imperfecciones en la zona T (frente, nariz y barbilla): tienes piel mixta. Esto significa que tu piel tiene las características típicas tanto de la piel seca como grasa.
- Si no tienes ningún problema en particular, lo más seguro es que tengas una piel normal.
- Elige tratamientos con una textura confortable, como cremas y bálsamos densos. La clave es mantener siempre la piel bien hidratada y nutrida siguiendo una rutina para piel seca.
- Si tienes la piel grasa, te recomendamos que uses productos del cuidado de la piel con una textura ligera y fresca, como geles y lociones. Los productos suaves proporcionarán una buena hidratación, limitarán el exceso de sebo y cerrarán los poros. Asegúrate de eliminar el maquillaje y limpiar la piel minuciosamente antes de aplicar los productos del cuidado de la piel. Asimismo, establecer una rutina para piel grasa es clave. Y, como siempre, la hidratación es imprescindible.
- La piel sensible puede verse especialmente afectada por el medioambiente. Los cambios de temperatura, el viento, la exposición al sol o el estrés son factores que pueden causar enrojecimiento o tirantez. Tu piel puede ser sensible, además de ser seca, normal, mixta o grasa.
En ese caso, es importante que adoptes una rutina adaptada a las pieles sensi bles: suave, hidratante y calmante.
Mantener una rutina para el cuidado del rostro es fundamental para la salud y belleza de la piel a largo plazo.
1. Desmaquillarse es un paso vital para limpiar la piel adecuadamente. Se prefieren los productos que están adaptados al tipo de maquillaje y se aconseja aplicarlos cuidadosamente.
2. Utilizar una loción o un tónico que esté diseñado para la piel y sus necesidades es fundamental y contribuye a preparar el cutis para los tratamientos que le seguirán.
3. Se debe mimar la piel con una crema para ojos , un sérum , una crema de día por la mañana y una crema de noche antes de dormir. Al utilizar todos estos elementos, actuarán en sinergia para tratar problemas concretos de la piel al tiempo que le ofrecerán hidratación y confort.
4. Se debe cuidar la piel con un exfoliante y aplicar una mascarilla entre 1 y 2 veces por semana. Estos tratamientos complementarios ofrecen un cuidado de la piel a fondo.
Para calmar la piel y prepararla para el tratamiento, hay que limpiar el rostro a diario.
Por la mañana:
- limpiar el rostro permite:
- eliminar los restos de producto del día anterior;
- eliminar las células muertas y otras toxinas de la superficie de la piel;
- preparar la piel para absorber totalmente los tratamientos;
oxigenar la epidermis.
Por la noche:
- elimina el maquillaje;
- elimina las impurezas que se han acumulado a lo largo del día;
- prepara la piel para absorber totalmente los tratamientos de noche.
Para una limpieza de noche, recomendamos la "limpieza doble", una rutina de dos pasos:
1. En primer lugar, utiliza un limpiador con base de aceite para eliminar las impurezas grasas (sebo, protector solar, maquillaje, etc.) de la piel
2. A continuación, utiliza un desmaquillante facial con base de agua para eliminar las impurezas acuosas (sudor, células muertas de la piel, bacterias, polvo, etc.)
Con esta limpieza doble, la piel quedará totalmente purificada.
- La zona de los ojos es la parte más delicada del rostro y la que puede presentar los primeros signos de fatiga. Cuenta con algunas glándulas sebáceas, colágeno y fibras de elastina, y es muy activa gracias a sus 10.000 parpadeos al día. Por ello, es necesario hidratarla para proporcionarle confort, protección y mantenimiento, junto con una acción anti hinchazón y antiojeras.
También recomendamos aplicar el contorno de ojos antes del sérum y la crema facial . Esta zona requiere una aplicación específica y particularmente meticulosa.
- Los sérums contienen la mayor concentración de ingredientes activos y, por lo tanto, son la columna vertebral de todas las rutinas del cuidado de la piel eficaces.
Gracias a su textura suave y ligera, penetran rápidamente en la epidermis, trabajando en las capas más profundas de la piel y realzando la eficacia de la crema.
- Los sérums proporcionan los efectos más visibles en cualquier problema específico de la piel, por lo que se recomienda su uso diario, según las necesidades y el tipo de piel: hidratación, anti manchas oscuras o antiarrugas, por ejemplo.
- Cuando envejecemos, la renovación celular disminuye y los signos de la edad aparecen paulatinamente: líneas de expresión, pliegues, arrugas, patas de gallo...
Para reducirlos y retrasar el envejecimiento, es esencial hidratar la piel bien y utilizar los productos del cuidado de la piel adecuados. Para ello, recomendamos combinar la acción de un tratamiento para los ojos, un sérum y una crema antienvejecimiento.
-Una crema de día actúa en las capas más superficiales de la piel y proporciona confort y protección, así como mantenimiento durante todo el día. Por la noche, después de haber estado expuesta a las agresiones externas, la piel se regenera de forma natural mientras se duerme. Una crema de noche contribuye a esta regeneración y ayudará a recargar las baterías gracias a su alta concentración de ingredientes activos.
Para disfrutar de una rutina exhaustiva, aplica una crema de día y una crema de noche diariamente.